Día a día lidiamos con lo que nuestro entorno dice
que somos; personas, amigos, compañeros de colegio, la sociedad, Familia, etc.
Es probable que cada uno de ellos tenga una percepción
distinta acerca de nuestra identidad, y el problema de esto es que a muchos de
nosotros, esta lucha diaria nos ha confundido y hemos llegado a dudar de lo que
realmente somos.
En el capítulo 16 de 1Samuel, encontramos a un
Joven con problemas de identidad, David recibía constantemente adjetivos de lo
que el era para los demás, esto queda demostrado cuando el profeta Samuel llega
a su casa y en la nomina de postulantes a Rey jamás apareció David, fue olvidado
por su padre, y mayor aun por sus hermanos.
En ese escenario es cuando Dios lo sorprende y le
declara cual era su verdadera identidad, David era el Próximo Rey de Israel.
La respuesta a la crisis de identidad que vivimos
no está en lo que nuestra familia piense de nosotros, no está en lo que
nuestros amigos piensen de nosotros, e incluso ni siquiera está en lo que
nosotros pensamos de nosotros mismos ya que basta una baja autoestima para sub
valorar lo que somos como persona y nuestro potencial.
La respuesta de quienes somos se encuentra en lo
que Dios cree que somos, cuando conocemos a Dios el nos da la identidad que el
desea.
Quizás puedes estar pasando lo que vivía David,
pero estas a un encuentro con Dios para descubrir lo que realmente eres, quizás
seas el Próximo Rey de Israel.
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