Jesús se detiene con sus
discípulos y les hace dos preguntas; ¿Quien dice la gente que soy?, luego de
escucharlos le hace la siguiente pregunta; ¿Quién dicen ustedes que soy?
Es evidente que ambas
preguntas tenían relación a saber la opinión que las personas tenían de Jesus,
sin embargo estas respuestas se separan en dos segmentos, una las personas
externas y otra es la opinión de los más cercanos, Los discípulos de Jesús.
Usualmente nos
relacionamos con más un grupo de personas; los de la Iglesia, los del trabajo,
los de la universidad, mis amigos, y finalmente mis más cercanos e íntimos o
bien directamente mi familia.
Las respuestas que Jesús obtiene de las personas externas, independiente de el poco conocimiento que
tenían respecto al Mesías, no fueron muy distintas a la respuesta de Pedro que
finalmente dio en clavo por la revelación (Las opiniones de las personas eran
de acuerdo a las señales que veían) y Esto porque lo que Jesús mostraba a la
gente no era algo distinto de lo que veían sus más cercanos.
Esto nos habla de Integridad, muchas
veces nos podemos encontrar con que si las personas de nuestros distintos
segmentos nos describieran, es probable que tengamos a 3, 4 o 5 personas
distintas.
Y esto es porque no somos los
mismos, porque hemos aprendido a fingir en distintos mundos, nos cuesta ser
igual porque hemos aprendido el evangelio como una acción de tiempo y no un
estilo de vida, no tenemos el hábito y por lo tanto no logramos ser cristianos
naturalmente.
Todo esto nos hace realizar
las siguientes preguntas:
- ¿Que dice la gente sobre mi?
- ¿Que dicen mis mas cercanos sobre mi?
Si estamos liderando a personas, es importante hacer estas preguntas que Jesús mismo las hizo:
- ¿Que dicen las personas de lo que estamos haciendo?
- ¿Que dicen las personas mas cercanas a mi, de lo que estamos haciendo?
Esto último, nos re posiciona y
puede volver a enfocarnos si es que encontrásemos un resultado negativo, el
cual no era el que queríamos lograr.
Bendiciones a todos.
