jueves, 25 de marzo de 2010

Silencio todos, ahora es el Turno de Dios


Existió una vez un hombre que después de haber compartido muchas experiencias con Dios, un día se sintió olvidado.
Nada podía estar mal, todo era ideal en la vida de este hombre, sin embargo un día Dios le pide un favor, y un gran favor, que consistía en entregar lo más preciado que el tenia, lo que el más amaba en la vida, esto era la vida de su propio hijo, hijo que había sido engendrado de lo imposible por una madre que no podía tener hijos por razones de esterilidad, lo que hacía aun más relevante la petición que realizaba Dios. Ante esta situación este hombre no le quedo en otra que confiar en aquel que le había dado todo y poner todo en sus manos esperando quizás que en algún momento ese Dios misericordioso le diera alguna orden o alguna señal que tuviera relación a suspender la ofrenda o el sacrificio de su pequeño hijo. Pasaron los días, pasaban las horas y Dios no habría su boca, pero él seguía confiando, hasta que llego el momento de subir al sacrificio, Abraham aun esperaba una señal, sin embargo decide dejar a sus criados y subir al monte para concretar el doloroso acontecimiento incluso después de haber mirado a los cielos, y no había señal, después de escuchar el viento para buscar la voz de Dios y no había ninguna voz, después de entristecerse pensando que aquel que se le había declarado incluso como su amigo ya no estaba presente en el peor momento de su vida, este hombre lleno de fe se siente totalmente olvidado…

Dios Guarda Silencio…

Después de haber pasado uno de mis malos momentos en mi vida, o más bien estando en medio de él, una persona me hizo una pregunta que me hizo meditar profundamente. Me dijo en tono irónico y a la vez con cierta autoridad; ¿ No se supone, que para todo lo que tú haces, le pides la dirección a Dios?
Porque si esto fuera así, no estarías pasando por esto.

Y es una gran verdad, sin embargo también es cierto que muchas veces hemos pedido a Dios la dirección para muchas decisiones que debemos realizar, esperamos una señal, esperamos que Dios nos dirija o que nos hable de alguna manera, y lo único que encontramos de Dios, es su silencio.
He llegado a entender que las decisiones erradas o el error como tal existe del fruto del silencio de Dios ante nuestras demandas de dirección, ¿Cómo puede ser esto?
Muy fácil, un gran Ministro declaró estas palabras “Dios no nos librará de lastimarnos, si el dolor es parte del plan que él tiene para nuestras vidas”. Los errores en nuestras vidas, las decisiones equivocadas también involucran parte del propósito de Dios en cada una de nuestras vidas, a veces no podemos entender una lección de forma teórica solamente, sino que necesitamos sufrir, conocer la práctica para entender la voluntad de Dios.
Cuántas veces hemos pedido dirección a Dios ante situaciones, cuántas veces hemos pedido señales y no vemos absolutamente nada, y el tiempo lo tenemos encima, debemos de tomar una determinación y Dios no se ha pronunciado al respecto, y que sucede, ¿Dios se olvido?
No estamos olvidados, Solo Dios quiere que nos atrevamos a confiar en él a muerte, a confiar en él en las peores situaciones, ha aprender con el dolor y el sufrimiento, Entonces después de todo esto Dios se pone en pie, manda a callar a todos, ordena un gran silencio, y Dice ahora voy a hablar yo, ahora haré mi voluntad, ahora yo te dirijo, porque has aprendido a confiar en mí.

Cuando Abraham se sintió más olvidado, entonces Era el turno de Dios.;

Gén 22:11 Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí.
Gén 22:12 Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único.

SILENCIO TODOS, ES EL TURNO DE DIOS…